Crianza,Cuidados,Día a Día,Moda

Intercambio de ropa

Me gusta llevar un estilo de vida sostenible. Si sois madres habréis notado que el tema de los peques y la ropa es un no parar.

Durante el primer año crecen sin pausa. La ropa les dura como mucho un mes pero entre vómitos y cacas tienes que tener muchos recambios. Después no crecen tan rápido pero exploran y acaban sucios y con las rodillas de los pantalones destrozadas de tanto gatear. Poco a poco crecen más lento pero siguen con su afán de descubrir el mundo. La ropa se llena de arena y restos de comida, también de pinturas.

Tiene que ser así. Los niños felices lo último que tienen que hacer cuando salen a jugar y a divertirse a un parque, en la escoleta… es preocuparse por la ropa.

Como ya os expliqué en otro post, una buena opción es comprar ropa de segunda mano, hay webs especializadas que funcionan muy bien.

Pero a mí una opción que me encanta es el préstamo o intercambio. Esta tarde ha venido a casa una amiga y se ha llevado toda la ropa de invierno del año pasado de peque A. Su hija peque M la aprovechará este.

A su vez yo me he pasado por casa de una amiga y me he llevado toda la ropa de invierno que sus hijas ya no usarán esta temporada, pero peque A sí.

Parte del botín.

Ropa usada pero en perfecto estado y muy bonita. ¿Por qué habría que tirarla o condenarla al fondo del armario para no ver nunca más la luz?

Ser madre a menudo implica darse cuenta de que estamos más conectadas con la gente que nos rodea de lo que pensamos. Esta es una manera más de hacer tribu, donde todos y todas salimos ganando.

Unos prestan ropa y otros la reciben. Todos ahorran. Lxs peques van bien guapxs y juegan felices sin preocuparse de mancharse. La ropa se aprovecha hasta que está tan usada y tan disfrutada que llega dignamente al final de su vida útil, entonces su destino es el reciclaje.

Así de simple. Un abrazo.

También puede gustarte...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *