Cuidados,Día a Día

Ansiedad por separación

Como ya sabéis, peque A ha cumplido los nueve meses.

Está en plena etapa de ansiedad por separación. Hace un par de semanas que quiere tenerme siempre a la vista, tocándonos. Desde que nació ha sido un koala, es decir, ya pasamos el 80% del tiempo en contacto, pero ahora es el 99%.

Lo he notado mucho por la noche. Hace ya un par de meses que empecé a salir en contadas ocasiones cuando dormía un par de horas, ya que si se despertaba había aceptado felizmente que su padre la durmiera de nuevo.

Pero ahora ya no. Tengo que ir yo todas y cada una de las veces, si no llora desconsoladamente. La última vez que salí a cenar con amigas, tuve que volver corriendo. Menos mal que siempre quedamos en restaurantes a menos de cinco minutos de casa.

Es duro porque es muy exigente a nivel personal. Pero la peque me necesita. Es totalmente sano que pase por esta fase, lo raro sería que no lo hiciera. En ese caso o bien estaríamos hablando de que no se ha establecido el vínculo de apego o de que el bebé ha sido sometido a algún tipo de adiestramiento conductista. 

La ansiedad por separación es por lo tanto un estadio normal del desarrollo en infantes sanos y seguros. Ocurre cuando el bebé comprende que es una persona separada de su cuidador. A la vez, empezarán a entender que algo no deja de existir sólo por dejar de verlo o escucharlo.

Hasta que no entiendan bien el concepto de permanencia se estresarán si se separan de su cuidador primario, ya que no entienden que este regresará y además no poseen concepto del tiempo.

Esta fase de ansiedad por separación aparece a partir de los ocho meses y aumenta hasta los once o quince meses, momento en que empieza a desaparecer definitivamente.

No hay que confundirlo con el trastorno de ansiedad por separación, que como su nombre bien indica es un trastorno psicológico.

Un abrazo.

También puede gustarte...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *