Ocio

Family Room Café en Barcelona

Últimamente es difícil ir con peque A a tomar algo porque quiere moverse y jugar, como es normal a su edad. Hasta ahora siempre llevaba conmigo algunos juguetes y cuentos para entretenerla pero ahora ya es mayor y ya no le basta.

Si a esto le añadimos el calor insufrible que estamos experimentando en la ciudad condal, supongo que entenderéis por qué me refugio en ludotecas y lugares donde haya aire acondicionado.

Hoy varias mamis habíamos quedado para vernos. Sus peques son más minis que la mía, así que a ellas les daba un poco igual dónde vernos, pero como os comento para mí la cosa se complica.

He sido muy feliz cuando he leído en Mamaproof la existencia de Family Room Café, porque a todas nos iba bien para ir. Allí hemos ido a pasar la mañana y esta es mi crónica. 

Hemos llegado a las 10. A esa hora había pocas personas (sin niños) tomando algo y nos hemos ido a las 13h, para entonces ya había más mamis con más niños por allí.

El diseño es exquisito, funcional y práctico. La carta es maravillosa, no es barato pero teniendo en cuenta la zona y que los productos que ofrecen son de mucha calidad, creo que el precio es justo. 

Yo he probado un tiramisú que estaba espectacular y también le he pegado un bocado al bikini de nutella de mi amiga (para la crónica del blog, ¡lo juro!). Me he quedado con ganas de probar el famoso cheesecake. Los zumos licuados también están buenísimos. (Ahora me doy cuenta de que me he olvidado de echarle fotos a la comida, porras)

He sido la primera en llegar y me ha hecho una ilusión tremenda que tuvieran la revista Architectural Digest (AD), que me encanta. Peque A justo echaba una cabezadita así que he tenido un cuartito de hora de gloria hojeando entre las páginas a mi aire. 

Lo mejor de todo es que he podido estar relajada. Con peque A, tranquila lo que se dice tranquila nunca estoy, porque siempre tengo que prestarle atención y de vez en cuando me va reclamando.

Hoy ha estado encantada en la zona Family Room propiamente dicha, jugando con los juguetes, sentándose dentro de la casita, mirando cuentos, interactuando con los otros niños… Realmente es un salva vidas este rinconcito. Gracias a él las mamis hemos podido charlar con calma y peque A no ha estado agobiada con ganas de irse a jugar.

La única sugerencia que haría a día de hoy es que los juguetes de tela están bastante sucios por el uso y creo que valdría la pena una pequeña visita a la lavadora, pero tampoco es algo que me haya molestado lo más mínimo.

La experiencia ha sido de 10/10 y repetiremos seguro. 

Estoy tristona porque hoy era su último día antes de cerrar por vacaciones, no vuelven hasta el 24 de agosto. Entre Baby Fun que cierra en agosto, ellos que más de lo mismo, la biblioteca más próxima que también… la ciudad estará muerta. ¿qué vamos a hacer para huir del calor?

Un abrazo.

También puede gustarte...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *